En esta ocasión la repostera ha sido mi hija Raquel que, como ya os he comentado, tiene buenas cualidades para la cocina (como para muchíiiiisimas cosas). Hacedla porque siempre sale buenísima, eso sí mejor de un día para otro, espero que os guste.
Ingredientes:
- 1kg de manzanas (preferiblemente golden)
- 1 vaso de leche
- 1 vaso de harina
- 1 vaso de azucar
- 1/2 sobre de levadura
- 2 huevos
- Mermelada de melocotón o albaricoque
Preparación:
Pelar las manzanas y trocear, reservando una para adornar la tarta.
Poner todos los ingredientes en un recipiente y batir bien.
Pincelar un molde con mantequilla y espolvorear harina sacudiendo la sobrante. Yo pongo el molde sobre el fregadero y le doy unos golpecitos en el fondo para que quede muy fina la capa de harina.
Volcar en el molde el batido que teníamos preparado.
Pelar la manzana reservada y cortar en gajos y en láminas finas, adornar la tarta con éstas láminas.
Pintar con la mermelada y poner al horno precalentado a 170º durante unos 45 minutos.
La tarta sube pero luego baja, no preocuparos porque no es un bizcocho, queda como una carne de membrillo.
En la foto os pongo una porción porque uno de los que merendó no pudo esperar a que hiciera la foto, cosas que pasan en casa...
Ah! por último un secretillo para que no se os queme la manzana de adorno: yo pongo al principio un papel de aluminio cubriendo la tarta y a mitad del tiempo lo quito para que se dore.